Los perros en una edad joven en la que cualquier impresión del exterior les afecta extraordinariamente y les conforman su forma de ser en el futuro, no deben ser tratados como una mercancía cualquiera que pueda ser facturada. El trauma que el transporte les ocasiona les hace animales
psíquicamente débiles, lo que puede dar lugar a posteriores trastornos del comportamiento. A poca gente por no decir a nadie se le ocurriría comprar un coche simplemente por catálogo, mucho menos habrá que hacerlo si se trata de un compañero con el que habrá que compartir como mínimo los próximo diez años de nuestra vida. Es cierto que en las compras por correo se dispone de inmediato de la mercancia solicitada, se hace el encargo y al poco tiempo se recibe el perro de la raza que se quiera, mientras que en el caso del criador es posible que haya que esperar meses.
Sin embargo hay que advertir que los perros que se venden por correo proceden, casi siempre, de criaderos masivos, donde los animales viven en jaulas y son criados por razones meramente comerciales. No son empresas que se dedican a criar como es preceptivo una determinada raza, si mo simples vendedores que buscan exclusivamente el negocio. Es característica de la venta de perros por correo, ofrecer siempre una serie de razas que están de moda o son de gran aceptación. Los perros suelen estar enfermos y tienen una gran inestabilidad psíquica. Si se consigue sacarlos adelante, sera a costa de gastar en servicios veterinarios una cantidad de dinero mayor que la de su precio de compra. Por su propio interés, colabore en la erradicación, de este tipo de comercio no comprandolos.
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