Cuanto más joven sea el perro que usted compre, tanto más suyo será y tanto mejor podrá formarle. Al hablar de perro joven se entiende entre 10 a 12 semanas. Es muy importante que usted vaya a por el, lo cual puede ser una molestia, pero a cambio se beneficiará de ello durante toda la vida de su perro. En cualquier medio de transporte en que se haga el envío, el sentimiento de soledad que se apodera del perro joven, es una experiencia muy traumatizante, y no se pueden preveer sus consecuencias. Un perro joven exige muchas horas de dedicación en sus primeros seis meses de vida, durante las cuales usted no podrá ir de vacaciones. Los perros jóvenes tienen las mismas exigencias que los niños pequeños, quieren estar presentes en todo; quieren saber cual es su lugar en cada momento, que cada jornada este regulada. Pero también desean que alguien se ocupe de ellos y eso es lo que usted debe hacer.
Cuanto mejor enseñe a un perro joven, más fácil le sera todo en los años venideros, aproveche el tiempo, pues para un cachorro un día es como para el hombre una semana o todo un mes. Los perros viven más deprisa y acumulan experiencia en un menor espacio de tiempo y nunca tendrán tantas ganas de aprender como en su primera juventud.
A primera visa un perro adulto no parece plantear problemas, esta acostumbrado a ser limpio, está más o menos bien educado y ya dejo tras de si los años en que precisa mayores cuidados. Todo eso esta bien, pero piense lo siguiente. Un perro adulto tiene formada su personalidad, con todos sus defectos y todas sus virtudes. Tendrá que aprender a comprender a su nuevo amo y acostumbrarse a él, y para eso necesita su ayuda lo que requiere mucha paciencia y mucha sensibilidad. Resumiendo se pueden recomendar perros adultos a personas mayores que ya tengan cierta experiencia en perros.
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