EL PERRO Y EL LOBO

Erik Zimen, investigador especializado en lobos y perros, vivió durante tres años entre una manada de lobos y tomo nota de sus actividades y comportamientos. Entre los lobos aprecio 362 conductas individualmente distintas.

• En una manada de lobos se establece una especie de jerarquía que va desde el jefe de la manada (que también puede ser una loba) hasta el situado en el ultimo peldaño, generalmente el más débil. Todos se ocupan del cuidado de la prole y existe un control de natalidad condicionado biologicamente.
• También el cuidado de los cachorros está debidamente regulado y es posible que los cachorros de menor rango se ocupen de los más jóvenes, mientras  la madre de rango jerárquico superior se dedica a la caza.
• Distintas generaciones de la misma familia viven en un sistema orientado a la protección de la manada.
• Para poder convivir de manera tan organizada, tienen que existir medios de comunicación claros y diferenciados. Como los animales salvajes tienen que ser silenciosos por naturaleza disponen de un amplio surtido de señales visuales, posturas del cuerpo y sobretodo de la cola y las orejas, así como de una expresión mímica facial.  De ese modo pueden comunicar a los demás las más mínimas sensaciones y los distintos estados de ánimo. Todo ello constituye un ceremonial perefectamente determinado, de reglas de interrelación y comnunicación estrictamente observadas, a través de las cuales se establece con frecuencia el rango jerárquico, Según Zinem, "al lobo se le ve lo que expresa".
• Cuando los lobos aullan (casi nunca ladran) no se trata de una amenaza ni de un lamento, con sus aullidos tratan de orientar a otros lobos perdidos para que regresen a la manda, con sus aullidos se fortalece el sentido de grupo de la manada, algo así como cuando los seres humanos cantamos juntos.
• El gran espíritu de los lobos se manifiesta en el momento en que olfatean la caza, los animales se agrupan estrechamente con los hocicos orientados hacia la presa como si toda la manada se convirtiera en una "supernariz colectiva". después de unos segundos de total inmovilidad, la manada se lanza al ataque y comienza la caza.